WALT WHITMAN
«He aprendido que estar con aquéllo que me gusta es suficiente»
La semana pasada se celebró el Día de Andalucía y en una reflexión tardía, me dio por pensar en cómo, a pesar de haber nacido y crecido en Madrid (aunque llevo ya más de 13 años viviendo en Málaga), siempre me he sentido como parte de Andalucía y os voy a contar por qué.
Soy andaluza porque mi padre era de Málaga “la Bella”, mi madre es de Cádiz, “la Tacita de Plata” y mi marido es de Córdoba, “la Sultana”, con lo cual, si me sacaran sangre, podría ser perfectamente blanca y verde.
Soy andaluza porque disfruto, incluso a veces más que algunos autóctonos, con muchas de sus tradiciones como la feria y bailar sevillanas, los caballos andaluces, un buen vino dulce o fino y vestir (que no disfrazar) a mí y a mis hijos “de gitana” o “de corto” ?.
Soy andaluza porque, aún cuando vivía en Madrid, me he criado comiendo, entre otros manjares de la cocina tradicional y de la tierra andaluza, cosas como gazpacho, boquerones fritos, tortillitas de camarones ,“manteca colorá” o higos chumbos
Soy andaluza porque a veces uso expresiones como “estás más perdío que el barco del arroz” o “una ? como el sombrero de un picaor”, para regocijo de mis amigos madrileños.
Soy andaluza porque en mi casa, los villancicos más escuchados, cantados y recitados son “Cantes Andaluces de Navidad”, que nos sabemos de memoria y que aún forman parte de nuestra tradición familiar navideña.
Soy andaluza porque vengo de una familia que celebraba los cumpleaños de nuestros padres, haciendo teatrillos con indiscutible sabor andaluz y versos como los siguientes, dedicados a mi madre:
“Por ser la más bonita de las gitanas
Queremos felicitarte siempre con creces
Y por ser la mejor flor gaditana
La que nos ha parío tó se merece
También te felicitan madre y marío
¡Que Viva Andalucía y viva el Tronío!
Soy andaluza porque “desde que era chica” he disfrutado cada verano en Torre del Mar, en Málaga y aún sigo haciéndolo considerando a Torre del Mar como “mi pueblo”.
Soy andaluza porque tantos años oyendo a Manolo Caracol y José Menese en el coche de mi padre, mientras bajábamos por Despeñaperros, han hecho que me apasione el flamenco y que me emocione hasta la médula cuando oigo cosas como “Tu cariño es mi castigo”, con Camarón al cante y Paco de Lucía a la guitarra. Una auténtica pasada.
Soy andaluza porque ahora contribuyo honradamente con mi trabajo e impuestos al sostenimiento y desarrollo de Andalucía, sin cajas B.
Y lo más importante, soy andaluza porque me parece un lugar tan mágico que vender sus bondades se ha convertido en mi trabajo y por eso creé www.familysol.com
Por todo eso soy también andaluza, porque al final, uno no es solo de donde nace sino del lugar donde se encuentra a gusto.