Sierra de los Filabres

Al norte de la provincia de Almería, en el cuadrante suroriental de las cordilleras béticas, continuando la Sierra de Baza, está la Sierra de los Filabres Alhamilla, que divide las dos grandes cuencas almerienses, la del Andarax y la de Almanzora. Con unos 50 kilómetros de longitud y 25 de anchura distribuidos en unas 150.000 hectáreas, constituye el macizo montañoso más importante de la provincia, ya que varias de sus cumbres sobrepasan los 2000 metros de altitud y desde donde en días claros, se puede divisar  las costas de África.

Su cercanía al desierto y las escasas precipitaciones, hacen que su aspecto sea más bien árido, pero esto no impide que el paisaje nos ofrezca una preciosa variedad cromática,  que va desde el blanco de la nieve en sus cumbres, los verdes de sus bosques y los grises y ocres de sus suelos, que evidencian un paisaje peculiar y lleno de contrastes, con una variada geología.

Detalles de la zona

Es una sierra agreste, con profundos barrancos y ramblas con cauces secos la mayor parte del tiempo, donde la vegetación se distribuye condicionada por la altitud, la temperatura y las precipitaciones. En ella predominan arbustos como el agracejo y el enebro, en las partes más altas;  jaras, retamas, tomillos y romeros en las medias y coscojas  y sabinas moras en las más bajas, entre otros. En el pasado,  los bosques de pino laricio y carrasco debieron ser muy abundantes y de ellos, hoy día, quedan algunos vestigios como algunos pinos centenarios que aún existen en la zona de Bacares y en los parches calizos como «El Horcajo» en Serón y el «Pinar de Bayarque.

También se encuentran en esta sierra algunas plantas usadas en medicina,  como la endémica digital de Sierra Nevada, utilizada desde antiguamente en el tratamiento de ciertas afecciones cardíacas (digitalina) o las efedras, de donde se obtiene la efedrina, que se utiliza principalmente como bronco dilatador y cuya mala combustión y alta toxicidad ha contribuido a su supervivencia.

En algunas zonas, aún se pueden ver las construcciones abandonadas junto a las tierras de cultivo y este abandono  junto a otras actuaciones humanas como la sobreexplotación de los recursos y naturales, los incendios forestales y la escasez de lluvias, ponen de manifiesto la lucha titánica de esta sierra por recuperar el esplendor de antaño. Para ello, desde los años 50, se han reforestado más de 60.000 hectáreas, lo que constituye la principal obra de ingeniería forestal de la provincia de Almería.

En cuanto a la fauna, abundan los invertebrados y sobre todos ellos las mariposas diurnas, que han convertido a esta sierra en una de las ocho serranías andaluzas, de las que cuatro son almerienses, catalogadas como área de interés lepidopterológico.  Entre las más representativas y amenazadas de la zona  destaca la Mariposa Apolo de la Sierra de Filabres.  Respecto a los vertebrados, son las  aves el grupo con mayor representación, con más de 110 especies, por lo que son frecuentes los nidos de algunas rapaces como águilas real y perdicera, el halcón peregrino y el búho real en los roquedos  de las zonas altas, así como varias especies de pájaros pequeños, pájaros carpinteros y otros pájaros curiosos como abejarucos y carracas que,en primavera, construyen sus profundos nidos en las paredes arcillosas de los taludes de las ramblas. También son frecuentes los mamíferos pequeños como la liebre, el conejo, el topo o la musaraña, de tamaños medio como el zorro, la gineta o el gato montés y grandes ungulados como el jabalí, el ciervo o la cabra montés. Esta enorme diversidad, nos da una idea de la riqueza faunística que atesora esta sierra.

Para conocer este entorno natural existen varias rutas cicloturistas  y de senderismo. Entre las más cortitas y más fáciles para hacer con niños, destaca la Senda de las Menas, en Serón, con un recorrido de tan sólo 4,5 kilómetros. Otras rutas que también se pueden hacer son la del Barranco de las Morcillas en Bacares (12,1 km.); la Ruta de la Minería (SL-A 77) en Bédar (11,2 km);  el sendero de las Cristaleras (PR A-322) en Castro de Filabres (11,4 km.); el Sendero de Los Molinos (Laroya) (PR A 366) en Gérgal (12,4 km.); el  Sendero La Cuesta Blanca (PR-A 14) o el Sendero Reul Alto (PR–A 372), ambos de algo más de 13 kilómetros de recorrido. Asimismo existen varios miradores y áreas recreativas , donde poder hacer un alto en el camino y comer o simplemente descansar.

También podemos aprovechar para conocer alguno de sus once pueblos llenos de tradiciones de un pasado minero y ganadero o alguno de sus yacimientos arqueológicos, que demuestran la importancia de la Comarca para las sociedades prehistóricas y también para las modernas, como evidencian el  Observatorio del Calar Alto o la Central Solar en Tabernas.

04275 Tahal, Almería

Información de interés

  • Apto para todos los públicos
  • Duración: 1 día
  • Disponible todo el año
  • Precio: gratis
  • Acceso parcial para discapacitados y/o carrito de bebé
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