Museo Arqueológico La Tercia
El Museo Arqueológico La Tercia, se encuentra en la llamada Casa de la Tercia ubicada en pleno casco histórico de la localidad cordobesa de Baena, un edificio que entre los años 1792 y 1795 fue construido para almacenar grano y semillas y como bodega de aceite. Posteriormente, a principios del siglo XX se usó también como posada y durante la guerra civil española como cárcel.
Fue inaugurado en 1999, después de que el Ayuntamiento de Baena lo incorporara al patrimonio municipal y lo reformara, situándolo en la primera planta, aunque después se decidió utilizar todo el edificio como sede del Museo, por lo que en el año 2010 fue objeto de una importante rehabilitación, siendo reinaugurado en el 2011.
¿Qué nos vamos a encontrar?
Este Museo cuenta entre sus fondos con importantes colecciones de arqueología, la mayoría procedentes de las excavaciones realizadas en el yacimiento de Torreparedones, de las que destacan especialmente el conjunto votivo del santuario y las esculturas romanas del foro romano.
La exposición se divide en tres plantas. La planta baja está dedicada a la Prehistoria, al pueblo íbero y a las esculturas romanas, la primera exclusivamente a Roma y a la romanización y la segunda a la Edad Media, a personajes ilustres de Baena y a exposiciones temporales.
La planta baja tiene dos salas. La Sala I expone, en su primera parte, diversos fósiles de las épocas primaria a terciaria, así como una interesante colección de útiles con abundantes cerámicas. La segunda, está dedicada al pueblo íbero y en la que destaca una colección de esculturas zoomorfas, como el león hallado en el Cerro de los Molinillos o la leona de Ipponuba, encontrada en el Cerro del Minguillar. Estas esculturas felinas solían utilizarse en la decoración de las tumbas pertenecientes a las élites aristocráticas de la época y su origen.
En la Sala II encontraremos varias esculturas, que se encontraron en el Foro romano descubierto en el Yacimiento de Torreparedones. Al parecer, la plaza estuvo decorada con grandes esculturas, de las que se conservan una thoracata o representación militar del emperador, un busto del emperador Claudio y dos representaciones (un togado y una escultura femenina) de personajes de la familia imperial. Los últimos hallazgos escultóricos se han realizado en la zona de la curia, encontrándose varias esculturas sedentes y un retrato de Augusto. Asimismo, el Museo cuenta con algunas réplicas de las esculturas halladas a principios del siglo XX por Francisco Valverde y Perales, entre las que destaca la perteneciente a la emperatriz Livia.
La Primera Planta cuenta a su vez con dos salas. En una, podremos admirar la colección numismática del museo compuesta por más de 2.000 monedas, que abarcan acuñaciones de un importante periodo del Imperio Romano. También se exponen otras monedas medievales y árabes además de las piezas ibéricas que se muestran en la Sala I. Asimismo se exhiben diversos elementos constructivos, restos de arquitecturas desaparecidas como capiteles y basas de columna, entre otros. La otra está dedicada a la Romanización y en ella se recrea un Columbario con piezas originales, procedentes de los ritos funerarios utilizados en el mundo romano, con urnas cerámicas y otras de piedra, entre las que hay varias réplicas de las halladas en el mausoleo de los Pompeyos.
Además de esas urnas de incineración, la sala contiene una colección de objetos cerámicos de época romana, entre los que destacan las piezas de terra sigillata, lucernas, terracotas, vidrio, etc. Se muestran elementos metálicos vasos, botones, fíbulas, amuletos, pequeñas figuras de bronce, apliques decorativos, etc. La sala también presenta instrumentos procedentes de las factorías agrícolas romanas: molinos de cereal y de aceite y herramientas agrícolas.
En la Segunda Planta se exponen piezas correspondientes al mundo Hispano Visigodo y al periodo musulmán. Del primer periodo se conservan diversos materiales de época visigoda como placas decoradas a molde, hebillas de cinturón y jarras cerámicas de ambiente funerario. Las escasas noticias que se tienen de los restos de este período se refieren sobre todo a la actividad que desarrolló la Iglesia. En Baena este cristianismo se evidenció en las iglesias rurales de lugares como Izcar y Cerro de los Molinillos. En el primer caso hay que citar el famoso Crismón, hallado en el interior de una tumba, que constituye una de las mejores representaciones del monograma de Cristo. Del periodo musulmán se conservan diversos objetos domésticos de esa época así como cerámica. De la Edad Moderna y Contemporánea se exponen algunos escudos heráldicos de la localidad, entre los que destaca el que representa al municipio de Baena con las cinco cabezas de moros.
Otra sala de esta planta está dedicada a Juan Alfonso de Baena y ofrece algunos documentos fundamentales de la historia del municipio, junto a la galería de personajes ilustres de Baena, entre los que destacan, por la grandeza y la importancia de sus obras, Juan Alfonso de Baena y José Amador de los Ríos. Una de las joyas de la sala es el primer facsímil en color del Cancionero de Baena, realizado exclusivamente para su estudio y exhibición en este museo. Para las exposiciones temporales existe asimismo una sala en esta planta, habilitada para tal fin.
Un recorrido por este museo es especialmente interesante como paso previo a la visita al Yacimiento Arqueológico de Torreparedones ya que en él veremos muchas de las piezas que se han encontrado en este lugar. Además, podemos aprovechar para visitar el Castillo de Baena o el Museo del Vino y del Aceite y disfrutar en familia de todos los lugares interesantes que nos ofrece Baena.
Calle del Beato Fray Domingo de Henares, 5, 14850 Baena, Córdoba
Información de interés
- Apto para todos los públicos
- Duración: 1 día
- Disponible todo el año
- Acceso parcial para discapacitados y/o carrito de bebé